Mi soledad no es completa, me hace falta un hombre

Empieza por mirarte al espéculo sin criticarte. Valora la belleza de tu cuerpo y su capacidad de darte placer. Después empieza a explorarlo, teniendo cuidado de acariciarlo absolutamente ya antes de centrarte en los genitales. Quizás desees utilizar aceite, que puede amplificar la estimulación.

Val de la soledad

Pero nosotros quedaríamos exhaustos después de una larga sesión de masajes, y quizá ya no tengamos ánimo para el sexo. Es más, si quedamos demasiado exhaustos, probablemente no vamos a querer regresar a reiterar la sesión de masajes.